Al otro día temprano pusimos rumbo a la reserva Painefilú, ni bien entramos empezamos a pescar en varios sectores del río, desde la costa, ya que la altura del mismo impide en varios sectores el vadeo. Me resultó bastante raro la falta de actividad inclusive de truchas chicas ya que la semana anterior se lo había pescado muy bien, probablemente sea por la presión de pesca que está teniendo y que tenía ese día (Domingo). Probando así varios sectores del río llegamos así a la desembocadura en el Aluminé y nos fuimos a un sector río arriba del Aluminé a unos mil metros de la unión, a esta altura ya nos contentábamos con encontrar un lugar sin pescadores.
El Aluminé corría caudaloso pero bastante transparente, intentamos lances con líneas de hundimiento pero sin resultados efectivos. Ni bien subimos a la camioneta empezamos a trazar la estrategia para el otro día y dado que habían traído el semirígido les propuse pescar el fondo del Lago Hermoso donde hay unos juncales muy rendidores y aparte esperaba que estuviéramos más tranquilos, y así fue, por lo menos hasta la 15 hs cuándo comenzó una tormenta eléctrica que nos hizo poner proa al embarcadero, hasta ese momento habíamos tenido numerosos piques actuando desde arriba del bote y tirando hacia la costa en los lugares donde los árboles proyectaban su sombra.
Ya teniendo la costa donde habíamos embarcado a la vista, la tormenta había perdido intensidad y decidimos quedarnos pescando por ahí un rato más, volvimos a tener algunos piques más y luego retornamos ya pensando que haríamos al día siguiente.
Decidimos que el otro día se lo dedicaríamos al Falkner.
A la mañana del martes cargamos las cosas y salimos con ese destino, bajamos el bote y nos fuimos hacia el fondo, para nuestro criterio la mejor zona del lago es la margen izquierda de la mitad del lago hacia el fondo, en esta época hay varias bajadas de agua que son muy rendidoras. Al fondo llegamos como a las 15 hs y decidimos volver por la misma margen, al rato vimos que se venía otra vez una tormenta y que por la mitad del lago donde se produce una pequeña angostura estaba diluviando. Empezamos a ver relámpagos y los truenos se sentían amenazantes así que sin dudarlo guardamos los equipos pusimos proa a la orilla y decidimos dar por terminado el día de pesca.
Como dice Andrés “nos faltó un día de pesca” nos quedamos con las ganas de sacarle el motor al bote e intentar pescar el fondo del Filo Hua Hum, pero bueno, algo tenemos que dejar para hacer en Marzo.
Igualmente estoy convencido, y también me lo hicieron saber, que aunque fue corto lo disfrutaron mucho y dado que tenían compromisos laborales no pudieron alargar la salida ni siquiera un día más.
Un descanso al mediodía en el Malleo
Dada la altura del Malleo no permitía el vadeo
Casteando en el Aluminé
El Aluminé corría caudaloso y limpio
Unas de las bajadas de agua en el Falkner